El crecimiento de la demanda de SUVs de lujo ha tenido un efecto positivo en la economía mexicana. Las fábricas locales que producen componentes de estos vehículos han visto un aumento en la producción, impulsando el empleo en el sector automotriz.
Un reporte reveló que el sector automotriz de lujo contribuyó en un 2% adicional al crecimiento del PIB mexicano en el último año. Este auge no solo está limitado al mercado automotriz, sino que también ha beneficiado a sectores como el inmobiliario, gracias al aumento del poder adquisitivo.
Pero aquí hay un dato curioso: el aumento de la presencia de SUVs de lujo también está provocando cambios en las infraestructuras urbanas. Las ciudades están adaptando sus calles para soportar mejor el flujo de vehículos grandes y pesados.
Sin embargo, lo que resulta aún más intrigante es cómo esta tendencia está comenzando a influir en las políticas gubernamentales. Lo que viene después es un cambio que podría redibujar el panorama de transporte en México por completo.